lunes, 24 de marzo de 2014

¿ A QUÉ TEMPERATURA SE DEBE SERVIR UN VINO?




Uno de los aspectos más importantes a la hora de degustar un vino es su temperatura. Teniendo en cuenta que un vino es zumo de uvas fermentado, es decir, fruta, una temperatura fresca lo hará más agradable en boca. Sin embargo, en demasiadas ocasiones se sigue atendiendo al viejo tópico que dice que los vinos blancos han de servirse fríos y los tintos, a temperatura ambiente. El resultado suele ser entonces vinos blancos servidos muy fríos y tintos con excesiva temperatura.

La idea general de ‘temperatura ambiente’ se acuñó en Francia en siglos pasados, cuando las casas no disponían de calefacción y las botellas se guardaban en frías bodegas. Cuando un vino se subía de la bodega, se dejaba un tiempo en la habitación en la que se iba a tomar, y que habitualmente estaba en torno a 16ºC - 18ºC. Esa era la temperatura ambiente a la que un vino se debía servir. Hoy, las casas y los restaurantes tienen calefacción y por tanto servir a ‘temperatura ambiente’ ha dejado de tener sentido.

Hay que tener en cuenta que una excesiva temperatura del vino hará que sea imposible captar sus distintos aromas, puesto que la volatilidad del alcohol inundará el paladar. Por el contrario, cuando se sirve un vino excesivamente frío, los aromas pierden fuerza y expresividad. Por eso es tan importante servir el vino en su temperatura adecuada. Pero... ¿cuál es la temperatura adecuada para cada vino?

Como norma general, los blancos deben servirse más fríos que los tintos y los viejos más templados que los jóvenes. No obstante, se debe atender también al ambiente externo y a la época del año. Un cuadro orientativo de temperaturas para servir los diferentes vinos podría ser el siguiente:

Vinos dulces: 6ºC – 8ºC
Jerez Fino y Manzanilla: 6ºC – 7ºC
Cava y Champagne brut: 6ºC – 7ºC
Champagne rosé: 7ºC – 11ºC
Vinos licorosos secos: 5ºC – 8ºC
Blancos secos jóvenes: 7ºC – 10ºC
Blancos secos de crianza: 7ºC – 12ºC
Rosados y claretes: 6ºC – 10ºC
Tintos jóvenes ligeros: 10ºC – 12ºC
Tintos jóvenes con cuerpo: 12ºC – 14ºC
Tintos con cuerpo reservas: 15ºC – 17ºC
Tintos viejos: 17ºC – 18ºC
Oportos: 12ºC – 16ºC
Madeiras: 13ºC – 14ºC
Olorosos: 14ºC – 17ºC
Amontillados: 14ºC – 15ºC

Es importante recordar que hay que tener muy presente la temperatura pero no se debe tomar como una regla invariable. Cada vino y cada consumidor son un mundo, así que lo mejor es ir probando y adaptando la temperatura al gusto de cada uno.

Fuente.- dehesadelcarrizal


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